El presidente de la asociación de hoteles y moteles, Felipe Luna, dio a conocer que este fin de año los hoteles del puerto alcanzaron ocupaciones de hasta un 46.2 por ciento y que no pudieron rebasar ese porcentaje porque la afluencia sí bajo respecto del año pasado, además de que no había autorización para hacerlo.
«Si lo comparamos con el 2019 sería una desastre para el sector hotelero; el punto de equilibrio de los hoteles es alcanzar ocupaciones del 35 por ciento; el semáforo Naranja nos obliga a tener máximo 25 por cinco y eso es malo para el sector», acusó.
Puntualizó que fue evidente que había turismo en playas, hoteles, restaurantes y plazas comerciales, sin embargo, la afluencia estuvo por debajo del año pasado, pero cumplió con la expectativa del sector hotelero considerando que seguimos padeciendo la pandemia causada por el Covid-19 que afecta la economía y la salud de los mexicanos.
El representante hotelero, subrayó que a partir de este lunes, tienen permitido tener niveles de ocupación máximo de 25 por ciento ya que el estado de Colima regresó a “semáforo Naranja”, ante la posibilidad de que haya un aumento de casos de Covid-19, derivados precisamente de la gran afluencia de visitantes que se tuvo las últimas dos semanas.
Dijo que ahora viene la “cuesta de enero”, cuando hay que pagar más impuestos, derechos y una serie de conceptos anuales a los tres niveles de gobierno y, el porcentaje de turistas se reduce de manera impresionante durante este mes.
Recordó que los hoteles este 2020 se mantivieron cerrados por más de cuatro meses, por lo que arrastran deudas importantes que no han podido saldarse, ya que este sector no recibió ningún incentivo fiscal o apoyo para enfrentar la crisis.
