Colima es el Estado en donde disminuyó más el gasto federalizado en el primer semestre de este año, siendo solo 4 Estados del país los que presentaron una disminución.
En Colima la caída del gasto federalizado fue de 11.7%, seguido de Nayarit con 5.3% menos, Campeche con 3.4% a la baja y Baja California Sur con 1.5% también hacia abajo.
Mientras que en otras entidades hubo crecimiento como Chiapas en donde subió 46.2%, en Nuevo León 36.9%, en Guanajuato 35.6%, Baja California 34.9%, Veracruz 29.7% y Puebla 23.1%.
El gasto federalizado corresponde a los recursos que la Federación transfiere a estados y municipios y significan en promedio 84.6% de los ingresos totales de las entidades.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el gasto federalizado ascendió a 163,460 millones de pesos en el sexto mes del 2021, monto que representó un crecimiento de 15.3% a tasa anual real, el mejor resultado desde febrero del 2017 (16.4 por ciento).
Sobresale que en igual mes del 2020, el gasto federalizado mostró una contracción de -23.8% anual real, por lo que el aumento de 15.3% derivó de una baja base de comparación, es decir, un efecto rebote.
Lo anterior manifiesta que desde el inicio de la actual administración federal, liderada por Andrés Manuel López Obrador, los recursos que transfiere a estados y municipios trazan una tendencia a la baja.
Por su parte, en un contexto donde los gobiernos subnacionales necesitan recursos para paliar el impacto negativo que trajo consigo la pandemia, únicamente ocho estados lograron incrementos en su gasto federalizado: Durango (3.8%), Tabasco (3.5%), Baja California (3.3%), Nuevo León (2.8%), Ciudad de México (1.5%), Chiapas (1.3%) y Jalisco (0.1 por ciento).
Si el gasto federalizado se compara con los niveles prepandemia, aún este indicador indispensable para la reactivación económica de estados y municipios se encuentra por debajo.
En comparación con el primer semestre del 2019, el gasto federalizado mostró una reducción de -4.8% en términos reales, mientras en relación a junio de ese año, la reducción fue de -12.1 por ciento. Con información del periódico El Economista.