El celular se ha convertido en el dispositivo tecnológico del momento. En los últimos tiempos, ha desbancado a las computadoras y televisores como aparato favorito por parte del gran público y los datos que presenta en el último año son inéditos. Según registros oficiales, ya son 123,5 millones de conexiones a través de dispositivos móviles en México, algo que es igual al 96,5% de la población. Lejos de caer debido a la consolidación del fenómeno, la línea va a más. En los últimos doce meses, ha aumentado un 3,7% el número de smartphones en el país.
Se calcula que, aproximadamente, el tiempo de media que destinamos a estos dispositivos es de nueve horas diarias realizando tareas distintas como comunicaciones o entretenimiento. A nivel global, ocupamos la séptima posición del ranking por detrás de países asiáticos, africanos y latinoamericanos que se sitúan entre las nueve y once horas de conexión diarias: Filipinas (con 10:56 horas por día), Brasil (10:08), Colombia (10:07), Sudáfrica (10:06), Argentina (9:39) y Malasia (9:17). No es de extrañar que sea todo un motor económico.
Muchas opciones, sinónimo de negocio
Viendo el número de horas de media que se le dedica a la pequeña pantalla, es fácil entender la repercusión que tiene a nivel tecnológico y económico para las compañías y países. Cada vez son más las actividades que se pueden realizar desde estos dispositivos de bolsillo, sobre todo de ocio y entretenimiento. Un vivo ejemplo de esto es el póker online, una actividad tradicional que se presenta en aplicación móvil y que permite a los usuarios celebrar partidas y campeonatos de este juego junto con otros usuarios en tiempo real y en tan solo un clic.
Y es que el ocio es el campo donde podemos encontrar más novedades y repercusión dentro de los celulares. Las plataformas que más descargas presentan tienen relación con la mensajería instantánea o las redes sociales, presentes en todo el mundo. Más allá de ellas, son de especial mención títulos de juego de categorías muy variadas, el auge de las compañías de emisión de contenidos o los gigantes del comercio electrónico. Respecto a esto último, aproximadamente dos tercios de los usuarios del smartphone reconoce realizar compras con frecuencia en línea.
Entretenimiento y diversión aparte, la tecnología móvil ha dado un paso más allá en los últimos años. Ya no es solamente una herramienta comunicativa o para pasar el tiempo, sino que cuenta con todo tipo de información privada y permite realizar acciones de gran trascendencia como transacciones económicas. Ejemplo de ello es la proliferación de nuevos métodos de pago basados puramente en el campo digital o el uso del dispositivo móvil en cuestión como sustituto de una tarjeta de crédito. Una práctica que merece toda la atención.
Atención al uso de las pequeñas pantallas
Es cierto que el celular ha brindado grandes posibilidades al sector tecnológico, pero también ha despertado el interés de los ciberdelincuentes en él. En materia de seguridad digital, se espera que a partir de este momento y hasta que no se produzca otro cambio de tendencia, los dispositivos móviles sean los que más amenazas y ataques de terceros reciban en los próximos años. Gran parte de la vida privada de los usuarios está en ellos y, a diferencia de las recomendaciones seguidas a principios del uso de la computadora, los antivirus y prevenciones brillan por su ausencia.
El futuro de los smartphones sigue pasando por la innovación y la creación de nuevos productos atrayentes, pero no solo eso. Se estima que la seguridad en línea es uno de los campos en los que más se tiene que avanzar en los próximos años, aunque ya se le destinan hoy en día grandes recursos y muchos esfuerzos. Sin ir más lejos, expertos en este campo de especialización apuntan que México es uno de los países más atacados e indefensos a nivel digital del mundo y que, en 2025, harían falta más de 34.000 especialistas en ciberseguridad para proteger los datos privados de los usuarios.