Emma Coronel es desde este miércoles una mujer libre

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Emma Coronel ha cumplido este 13 de septiembre la mayor parte de la condena que recibió por los delitos de tráfico de drogas y lavado de dinero. Coronel, de 34 años, es la tercera esposa del sanguinario capo del Cartel de Sinaloa, quien purga una cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en el Estado de Colorado y donde solo tiene una hora fuera de su celda. Coronel, en cambio, ha abandonado una cárcel de mínima seguridad del sur de Los Ángeles donde preparó su vuelta a la sociedad desde hace semanas. Estuvo en prisión dos años y medio de los tres a los que fue sentenciada. Desde hoy estará en libertad condicional. 

Una funcionaria del Buró Federal de Prisiones (FBOP, por sus siglas en inglés) ha confirmado a Telemundo que Coronel ya ha abandonado las instalaciones penitenciarias ubicadas en San Pedro, una comunidad costera al sur de Los Ángeles. “Por cuestiones de privacidad y seguridad, el FBOP no provee información adicional sobre las personas que ya no están en su custodia”, afirmó la portavoz Randilee Giamusso a la cadena de televisión. El nombre de Coronel, sin embargo, sigue apareciendo en el buscador de prisiones de la institución. Un funcionario federal ha asegurado a la agencia EFE que actualizarán la ficha después.

Coronel llegó a Los Ángeles en junio pasado después de un periplo que la llevó a varias prisiones de Estados Unidos desde su arresto en febrero de 2021 en el aeropuerto de Dulles, a las afueras de Washington D.C.. Después de la detención fue llevada a una cárcel federal en Alexandria, en el Estado de Virginia, donde pasó nueve meses hasta que conoció la pena, en otoño de aquel año.

El proceso contra la exmodelo e influencer de Instagram se llevó a cabo en junio de 2021 en medio de una gran atención mediática que Coronel manejó con la gracia de una pequeña celebridad caída en desgracia. “Me dirijo a ustedes para expresar mi verdadero arrepentimiento por cualquier daño que haya podido causar y les pido, a todos los ciudadanos de este país, que me perdonen”, dijo en noviembre de 2021 la acusada, quien tiene la nacionalidad mexicana y estadounidense. Coronel se declaró culpable de los delitos federales que enfrentaba y fue sentenciada a tres años, pese a que la Fiscalía pedía cuatro.

Tras la sentencia, algunos expertos en el sistema legal consideraron que Coronel había recibido una pena muy blanda para alguien que colaboró con una organización criminal como el Cartel de Sinaloa. Además de acusarla de asociarse con otras personas para traficar a Estados Unidos cocaína, metanfetaminas, heroína y marihuana, los fiscales federales la consideraron cómplice del espectacular escape de El Chapo del penal del Altiplano, en julio de 2015. Coronel ayudó con la compra del terreno donde se encontró el hoyo de salida del largo túnel que el narcotraficante utilizó para huir. Las autoridades creen que la esposa del capo funcionó como correo y ayudó a coordinar al equipo de sicarios que trabajaron con Guzmán aquel día que puso en vergüenza al Estado mexicano.

Coronel estuvo un año en la prisión federal de Alexandria. Su abogada se quejó de las duras condiciones de reclusión, pues su clienta pasaba en su celda 22 horas al día y solo se le permití a salir a un pequeño salón de madrugada. La reclusa fue trasladada después de ese periodo a una prisión de mínima seguridad de Texas. Coronel estuvo en las instalaciones de FMC Carswell, a las afueras de Dallas, 15 meses, el mayor tiempo de la pena que le tocó purgar. Este verano fue finalmente llevada al oeste a un modelo carcelario híbrido que la ponía en prisión domiciliaria administrada por las autoridades federales. La gran duda es si un juez la dejará reencontrarse con El Chapo en la prisión de Colorado.