La la presión de Donald Trump que sin llegar tomar aún protesta como presidente de Estados Unidos, ejerce presión a empresas estadounidenses y ya ha ocasionado la pérdida de dos proyectos que generarían alrededor de 3 mil 600 nuevos empleos en México.
Ford anunció ayer la cancelación de una inversión por mil 600 millones de dólares para construir una nueva planta en San Luis Potosí, donde fabricaría los autos compactos Focus y C Max, creando 2 mil 800 empleos directos.
En lugar de ese plan, Mark Fields, presidente y director ejecutivo de Ford, informó que se invertirán 700 millones de dólares en la planta de Flat Rock, Michigan, para fabricar vehículos autónomos y eléctricos Mustang híbrido y Lincoln Continental, además de un centro de innovación, con lo que se crearán 700 empleos directos
Sin embargo, el Focus aún se fabricará en México, en la planta que opera en Hermosillo, Sonora. El anuncio de la automotriz se suma al que hiciera el fabricante de aires acondicionados Carrier a finales de noviembre para cancelar 800 puestos de trabajo en una planta de Monterrey, Nuevo León, para trasladarlos a Indianápolis.
El gobierno de San Luis Potosí informó que procederá conforme a lo establecido para que Ford reintegre el total de gastos realizados por la administración estatal en el proyecto, monto que será calculado por las secretarías de Finanzas y de Desarrollo Económico.
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, dijo que el gobierno federal lamenta la decisión de Ford, pero descartó una cascada de decisiones similares para cancelar
inversiones en el país.
A través de su cuenta de Twitter, Donald Trump amenazó además con imponer un “gran impuesto fronterizo” a los vehículos Chevrolet Cruze que General Motors fabrica
en México.