La laguna del Valle de las Garzas está en proceso de desecación y apenas inicia la temporada de estiaje; lo que en la actualidad mantiene un riachuelo es el agua que arroja la planta de tratamiento de aguas negras.
Lo anterior es producto del azolve que por años ha sufrido esta laguna luego de que toneladas de arena y tierra bajan de la parte alta del río de Punta de Agua, mismas que no llegan al mar porque hay un dique que lo evita en la carretera Valle-Brisas.
Ese azolve es de más de un metro sobre el nivel del Mar, de acuerdo a los estudios realizados por el despacho de Mario Schjetnan en el 2015 y que demandaba dragar toda la laguna a menos 1.5 metros.
Las condiciones de la laguna han evitado que regresen algunas especies, especialmente las garzas canadienses, entre otras.
Hasta ahora, ningún autoridad tiene un plan de rescate de la laguna o intención de invertir en el dragado de la misma
