La ferroviaria Grupo México Transportes dijo que en los últimos dos meses ha visto un impacto de 312 millones de pesos (16 millones de dólares) por los descarrilamientos de siete de sus trenes debido a sabotajes en la ruta que une Ciudad de México con el puerto de Veracruz.
Veracruz, uno de los principales puertos comerciales del país, sufre desde hace varios años una ola de violencia ligada a grupos criminales que se disputan las rutas para el tráfico de droga, pero que también se dedican al robo de combustible y al asalto de trenes y camiones de carga.
Grupo México Transportes, que opera la red ferroviaria más extensa del país, dijo que la mayor parte de los daños corresponde a la reparación de vías y, el resto, a ventas perdidas por retrasos en la operación y a la sustracción de mercancía.
«El impacto de los costos de estos sabotajes será mitigado parcialmente por la recuperación vía seguros», agregó en un comunicado la firma, cuyas acciones cerraron el viernes en 27.32 pesos en la bolsa mexicana, con una caída del 1.83 por ciento.
El último incidente ocurrió el sábado, cuando delincuentes violentaron los mecanismos de seguridad de uno de sus trenes, provocando el deslizamiento sin control de 39 carros y cuatro locomotoras por una pendiente, informó la compañía, unidad del gigante minero Grupo México.
El descarrilamiento mantuvo cerrada la ruta hasta el miércoles, cuando el servicio fue restablecido. En el primer trimestre de 2018, se produjeron 852 robos y 2,519 actos vandálicos en las vías férreas de todo país, según datos del Gobierno.
