De acuerdo a los principales indicadores de seguridad vial del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y de la Policía Federal, durante el año pasado se registraron 6 mil 360 accidentes viales en el estado de Colima, de los cuales 6 mil 132 ocurrieron en zonas urbanas y suburbanas y 228 en carreteras federales.
Derivado de los mismos, hace dos años se presentaron 132 defunciones y 3 mil 233 heridos en la entidad, informa la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado.
Según datos del “Anuario estadístico de accidentes en carreteras federales”, de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) y del Instituto Mexicano del Transporte, en 2015 se registraron 226 colisiones entre 331 vehículos en carreteras de la entidad, con 31 muertos y 176 lesionados.
Asimismo, datos de las “Estadísticas de accidentes de tránsito en 2016 en carreteras federales”, de la SCT, indican que el año pasado disminuyeron los accidentes, ya que se registró un total de 179, con 27 muertos y 98 heridos.
La mayoría de ellos se presentaron en el tramo Colima-entronque a Tecomán (45), entronque Playa Azul-Manzanillo (37), Libramiento de Manzanillo Norte (21) y Minatitlán-entronque Pez Vela (21).
La dependencia refiere que la velocidad inadecuada, es el factor más asociado a los accidentes de tránsito y es, junto con la distracción y el alcohol, una de las principales causas de siniestros en la circulación.
El alcohol es una droga psicodepresora que, incluso en pequeñas dosis, influye negativamente en la conducción al perturbar las aptitudes del conductor, pues al pasar a la sangre se extiende por todo el organismo, afectando sobre todo al cerebro y a la vista.
Además, las y los conductores que utilizan el teléfono celular durante la conducción corren un riesgo cuatro veces mayor de verse involucrados en un accidente, además, un conductor que textea mientras conduce tiene 23 veces más probabilidades de verse involucrado en un choque que alguien que no lo hace.
El uso de cinturón de seguridad reduce a la mitad el riesgo de muerte y disminuye la probabilidad de que un ocupante de los asientos traseros cause la muerte a otro pasajero de los asientos delanteros.
Finalmente, la dependencia señala que el conducir una motocicleta representa un riesgo 6 veces mayor de sufrir lesiones graves y 3 veces mayor de morir en comparación con conducir un automóvil, por lo que el uso correcto de casco disminuye un 72 % el riesgo y la gravedad de los traumatismos craneales