Miguel Torruco Marqués reiteró su posición en defensa del pez Dorado y advirtió que no debe modificarse la ley para permitir su captura comercial, porque atentaría contra esta y otras especies amenazadas.
El empresario, académico y actual Secretario de Turismo de México, insistió en reflexionar sobre lo que la presión comercial intenta, y reiteró su mensaje que atrae la atención con la expresión inicial de “Caña de pescar y pez”.
En seguida afirma que “El pez dorado es parte de la cadena alimenticia de los ‘picudos’, que son el trofeo mayor en pesca deportiva”.
Enseguida fija el mensaje a quienes empujan la modificación legal que permita capturar para efectos comerciales al también llamado “maki-maki” en el mundo: “modificar esta Ley sería darle entrada al Mar de Cortés a las grandes embarcaciones, afectando especies como Vaquita Marina, (y/o) Totoaba que se encuentran protegidas”.
La intención de capturar el pez Dorado no es nueva.
En varios puertos del Mar de Cortez se han creado controversias respecto a la práctica comercial que debiera incluir a esta especie, pero tanto en puntos como Guaymas, Topolobampo, Mazatlán o Los Cabos, se ha concluido en foros promovidos por el poder Ejecutivo y Legislativo, que no debería liberarse esta captura por el efecto nocivo sobre ésta y otras pesquerías, y sobre el gran núcleo social que depende de su captura.
Otras conclusiones son similares a lo planteado por el titular de Turismo en el país, que las grandes embarcaciones comerciales “arrastrarían con el Dorado” y fauna adjunta, que incluye especies protegidas o en riesgo de extinción como las que tiene el alto golfo.
Otra, que promover la pesca deportiva de este pez atrae turismo que invierte fuertes cantidades para extraer una o dos piezas, con derrama económica y diversificada mucho mayor que aquella obtenida por la pesca comercial, pese a enfocarse a los grandes volúmenes de captura.