El desempleo abierto se disparó 31.3 por ciento a lo largo del año pasado, sin contar a los subocupados, a los informales y a la población no económicamente activa (PNEA) que está en esa condición porque no ve oportunidades de encontrar un empleo y no porque no lo necesite o quiera, exhibe el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Entre el último trimestre de 2019 y el mismo periodo del año pasado, los desempleados abiertos en México —la población que se mantiene en búsqueda de un trabajo sin encontrarlo— crecieron en 607 mil para llegar a 2 millones 549 mil. Y pese a que el desempleo en el país solía considerarse breve por el grado de informalidad, creció 332 por ciento el número de personas que llevan entre seis meses y un año buscando trabajo.
El daño que las medidas para contener la pandemia de Covid-19 causó al el mercado laboral es más amplio que la mera desocupación. La población económicamente activa (PEA) se redujo, la informalidad y los servicios absorbieron la mayor pérdida de empleos a lo largo de 2020 y se duplicó la subocupación, que engloba a aquellos trabajadores con necesidad y tiempo de ofertar más de su tiempo al mercado laboral, pero sin que éste tenga la capacidad para ocuparlos en jornadas completas.
Los cambios más importantes entre el cuarto trimestre de 2019 y el de 2020 en el trabajo “fueron una disminución de la PEA por la vía de la población ocupada, la cual se ve reflejada en la caída de la ocupación en el sector terciario, principalmente en restaurantes y servicios de alojamiento así como en los servicios diversos; pérdida de empleos de tiempo completo, disminución de la ocupación en los micronegocios y en condiciones de informalidad, así como un aumento de la desocupación y la subocupación”, reportó el Inegi.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN) detalla que entre el último trimestre de 2019 y el mismo periodo del año pasado se registró una disminución de un millón 790 mil personas en la PEA, pasó de 57 millones 625 mil a 55 mil 880 millones. Hay una recuperación respecto a la expulsión de más de 12 millones de trabajadores que se registró en abril, con el inicio del confinamiento, pero aún no se regresa a niveles previos a la pandemia.
También la población ocupada fue de 53 millones 331 mil personas, 2 millones 352 mil menos que en diciembre de 2019. Siete de cada diez personas que dejaron su trabajo el año pasado fueron en el sector servicios, sobre todo en restaurantes y servicios de alojamiento.
Fuente: La Jornada