Tres senderistas originarios de Manzanillo, Alejandro Pérez, Brianda Garcíay Pedro Piñón se han propuesto una meta desafiante y emocionante: escalar las siete montañas más altas de México. Este ambicioso proyecto, impulsado por el amor al senderismo, la disciplina y el espíritu de superación, surgió como una manera de demostrar que con fuerza de voluntad y preparación, cualquier objetivo puede lograrse. El grupo, del cual forma parte la experimentada senderista Bridgit, ya ha tomado como su patio de entrenamiento al Nevado de Colima, la séptima montaña más alta del país, con 4,260 metros de altitud.
El recorrido comenzará el 30 de julio con destino a Puebla, donde realizarán su primera aclimatación para posteriormente ascender al Volcán Sierra Negra, seguido del Pico de Orizaba, el más alto del país con 5,610 metros, y al Cofre de Perote. Este primer bloque contempla tres cumbres en cinco días, y posteriormente se sumarán la Malinche y el Nevado de Toluca. La fase final incluirá el ascenso al Iztaccíhuatl, conocido como “La Mujer Dormida”, considerado uno de los mayores retos por su complejidad técnica. Por motivos de seguridad y respeto a las restricciones oficiales, el grupo no ascenderá el Popocatépetl, sustituyéndolo por el Cofre de Perote.
Este proyecto ha recibido el respaldo de diversas figuras y organismos, entre ellos la gobernadora Indira Vizcaíno, la presidenta Rosy Bayardo, el senador Virgilio Mendoza, y representantes del sector turístico y educativo. Con el objetivo de llevar el nombre de Manzanillo a lo más alto del país, literalmente, los senderistas invitan a más personas a sumarse, seguir sus recorridos y motivarse a explorar las maravillas naturales de México. “No vamos por nosotros, vamos por Manzanillo”, afirmaron con entusiasmo, agradeciendo a quienes han creído y apoyado este sueño que está por convertirse en hazaña.
