Cientos de operadores de camiones de carga que están varados en la autopista Colima-Guadalajara, muchos de ellos con escasos alimentos o nulos, además, no hay forma fácil de hacerles llegar agua o comida y, algunos que venden lo hacen a precios que ya no pueden pagar.
Uno de los chóferes ha enviado este mensaje a los productores que mantienen el plantón desde el lunes por la mañana.
Dirigida a: Productores Agricolas
Soy un trailero. Mi nombre no es importante, porque mi voz es la de miles de compañeros que estamos varados en este momento, esperando que se levante el bloqueo en alguna carretera principal. Mi trabajo es mover a México, llevar los alimentos y productos que ustedes, los agricultores, siembran y cosechan, y los que el resto del país consume.
Entiendo su lucha. De verdad que sí. Sé que los precios de los insumos son altos y que el precio de garantía que les ofrecen por su maíz, trigo o sorgo es a veces ridículo. Sé que su campo está en crisis y necesitan ser escuchados.
Pero déjenme preguntarles algo:
Por qué tienen que detener mi vida para arreglar la suya?
Estoy perdiendo dinero que no tengo. Cada hora varado son pérdidas. Yo no tengo un gran sueldo fijo. Mi sustento depende de la puntualidad de mis entregas. Si fallo, pierdo el viaje y no tengo para llevarle de comer a mi familia.
Estoy separado de mi familia sin necesidad. Ya de por sí mi trabajo me tiene lejos de casa. Con los bloqueos, mi jornada de X horas se convierte en 30 horas de espera e incertidumbre, durmiendo en la cabina sin saber cuándo podré avanzar.
Señores agricultores, al cerrar las carreteras, no están afectando al «gobierno», están afectando a la gente de trabajo como yo. Están deteniendo los mismos alimentos que ustedes producen, y están dañando la economía que nos sustenta a todos.
APOYO su causa, pero encuentren una forma de protestar que no nos paralice. Vayan a las oficinas de gobierno, hagan plantones en las plazas, pero liberen las carreteras. Dejen que el alimento de México siga circulando, dejen que los traileros regresemos a casa.
Simplemente estamos cansados de ser el daño colateral de una lucha que, aunque justa, nos está costando demasiado caro.
Atentamente,
Un Trailero Varado y Agotado.
