A las 13:00 horas con 14 minutos de ayer, un sismo de 7.1 grados Richter azotó el centro de la República Mexicana, con un saldo, hasta anoche, de 216 personas muertas, 71 en Morelos, 86 en la Ciudad de México, 43 en Puebla, 12 en el Estado de México, tres en Guerrero y una en Oaxaca.
Además de los 86 muertos en la Ciudad de México, se reportaron anoche más de 80 heridos y 45 edificios derribados
Por la noche, el presidente Enrique Peña Nieto convocó al Comité Nacional de Emergencia y ordenó la activación inmediata del Plan MX con el despliegue de efectivos de las Fuerzas Armadas para respaldar a las autoridades locales en busca de rescatar a personas con vida.
De entre los escombros, del colegio Enrique Rébsamen los rescatistas que llegaron después del sismo de 7.1 grados, levantaban la mano cada 10 minutos y cerraban el puño para pedir a los voluntarios guardar silencio en busca de niños que estaban atrapados bajo los escombros.
Fue en una de esas acciones que encontraron al menor Víctor, a quien le pasaron una manguera de oxígeno para ayudarle. Víctor nunca lloró, mostró entereza, preguntó por sus papás y por dos de sus amigos.
Los militares le explicaron que sus papás estaban bien, preocupados por él pero bien. Sobre sus amigos, le dieron la misma versión, y siguieron los trabajos de rescate.
En al menos 30 ocasiones más, los vecinos de la colonia Prados Coapa 2ª sección, gritaban para alertar a los padres de los niños del colegio Enrique Rébsamen que éstos eran rescatados uno por uno. Hasta las 20:00 horas del martes los vecinos que iban sacando los cuerpos sin vida de los niños, reportaron un total de 25 muertos; 21 de ellos niños y cuatro adultos, profesores que trataron de salvarlos y perdieron la vida en el intento.