La Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado señala que las personas con hepatitis crónica y enfermedad hepática avanzada o las que han sido curadas de la hepatitis C pero tienen secuelas hepáticas en curso, pueden tener mayor riesgo de presentar complicaciones más graves por el Covid-19.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) no hay evidencia, hasta el momento, que indique que los pacientes con hepatitis B o C estén en mayor riesgo de presentar complicaciones más graves de este virus que el resto de personas.
Las personas con enfermedad hepática crónica deberían adoptar las mismas medidas generales de prevención para Covid-19 recomendadas para la población general y también vacunarse contra la gripe o influenza y el neumococo.
La dependencia señala que el virus SARS-CoV-2 causa una enfermedad sistémica, con posible afectación del corazón, el hígado, el páncreas y los riñones, así como alteraciones observadas en los linfocitos circulantes y en el sistema inmune.
Asimismo, el estudio de cohorte más grande que incluyó mil 099 casos de Covid-19 en China mostró que 21 (2,1 %) tenían hepatitis B preexistente.
Durante la pandemia, la vacunación de los recién nacidos y lactantes contra la hepatitis B (al menos tres dosis) debe ser una prioridad, la cual protege en más del 95 por ciento de los casos.
Las causas por las cuales se puede contraindicar la vacuna es por reacción alérgica grave (choque anafiláctico) a algún componente y cuando hay fiebre superior a los 38.5 grados o mayor, hasta remitir los síntomas.
Existen cinco cepas principales de virus que causan hepatitis: A, B, C, D y E. Juntas, la B y C, son la mayor causa de muerte con 1,4 millones de defunciones al año, aunque en plena pandemia, las hepatitis víricas siguen matando a miles de personas cada día.