Una protesta encabezada por alrededor de 100 trabajadores paralizó las operaciones en la aduana marítima de Manzanillo, Colima, desde la noche del lunes. Los inconformes, quienes permanecieron dentro del puerto con unidades retenidas para evitar desabasto de alimentos y bebidas, permitieron el reinicio parcial de actividades a las 6:00 a.m. de este martes, después de no llegar a acuerdo la tarde del miércoles de nueva cuenta se manifestaron bloqueando los accesos al recinto portuario y a la zona norte, situación que se mantiene hasta la noche de este jueves.
Entre las principales demandas están el alto a presiones para presentar renuncias voluntarias y el rechazo a despidos injustificados, que califican como represalias. Los trabajadores denunciaron que al menos cuatro compañeros fueron encerrados en una oficina y forzados a firmar su cese, situación que lograron frenar gracias al respaldo colectivo. Hasta el momento, no ha habido presencia oficial de representantes de Recursos Humanos ni de la administración aduanera para atender sus quejas.
La movilización ha causado una parálisis logística significativa: cerca de 4,000 camiones diarios no han podido operar con normalidad, afectando el flujo comercial del principal puerto del país. Según cifras oficiales, solo en los primeros tres meses del año, la aduana de Manzanillo generó ingresos por 48,000 millones de pesos al gobierno federal, es decir, un promedio de 35 millones de pesos por hora. A estas pérdidas se suma el impacto para transportistas, navieras y operadores logísticos que dependen del puerto para el comercio nacional e internacional.