Luego de las diferencias que se han dado entre las cúpulas estatales del Pri y el dirigente municipal, Rubén Álamo, quien no ha querido dejar de lado sus aspiraciones por ser candidato a la presidencia municipal, aceptó renunciar a la dirigencia tal como se lo pidieron los dueños del Pri estatal.
La noche de este jueves se reunió con integrantes del comité municipal para dialogar respecto de esta decisión que pronto la formalizará para entregar el partido.
Hasta ahora se dice que volvería Alberto Medina, quien fue dirigente municipal de este partido cuando el tricolor traicionó a Pico Zepeda y Alberto Medina era de los señalados como parte de dicha traición en la que se involucraron varios candidatos a diputados locales y otras dirigencias.