La selección mexicana ganaba 2-0 a la de Argentina y diez minutos antes del final lo albicelestes anotaron los goles que les dieron el empate en un buen partido para los aztecas.
La Selección Mexicana tuvo ventaja de 2-0 al 84′ pero ¿por qué no? estuvo a punto de perder porque Argentina requirió de 3 minutos de desconcentración azteca para frustrarle la noche y empatarle 2-2.
La última victoria sobre La Albiceleste fue en 2004 pero la sequía se mantuvo por un breve lapso de terror y exceso de confianza en el cuadro del «Tuca». Peor aún, el Tri no podrá decir que venció a Argentina el día que Brasil goleó a Estados Unidos, el rival del próximo 10 de octubre por el pase a la Copa Confederaciones.
Aunque tendrá sabor a derrota, lo rescatable fue que México mostró la huella pragmática de Ricardo Ferretti, quien se olvidó de su esquema y jugó con el del «Piojo», de cinco defensas, para que su equipo se defendiera compacto.
Eso definió el partido porque Argentina dominó pero se topaba con pared, mientras el Tri le apostaba a la dupla Jiménez-«Chicharito», que observó lejos casi todo el juego pero con piernas frescas para descolgarse frente a una defensa albiceleste al filo de la navaja.
Javier Hernández abrió el marcador pero fue Jiménez quien más desequilibró. A él le cometió el penal Nicolás Otamendi al 18’. Quiso cobrar pero «Chicharito» le pidió la pelota para el 1-0.
Así se acercó a cinco goles de empatar a Jared Borgetti como el goleador histórico mexicano y de paso enterró en el olvido el resbalón que lo sentenció con el Manchester United.
Lo que no dejó atrás fueron las fallas terribles que han caracterizado su carrera. Desde el inicio alargó un balón, solo frente a Nahuel Guzmán y al final del primer tiempo cabalgó libre con tiempo para encarar pero se apresuró para volarla.
A Guardado además lo traicionó la zurda y falló dos oportunidades claras. Si de fallas se trataba, Argentina también colaboró, si bien fue Moisés Muñoz el que hizo ver mal a los pamperos, sobre todo con una atajada a Ángel Correa, una en tiro libre de Messi y un riflazo de Carlos Tévez, además de un par de desvíos magistrales cerca del final.
Pero después del 2-0 de Héctor Herrera al 70′, cuando definió un centro de Miguel Layún, Muñoz salió a cazar mariposas sobre Ezequiel Lavezzi al 85’ y permitió que centrara para que el «Kun» Agüero empujara para el 2-1.
Titular y los 90 minutos en la cancha, Messi no había sido totalmente Messi hasta que al 89′ definió de media vuelta para el 2-2, mientras la zaga azteca pedía fuera de lugar.
La afición mexicana llenó el estadio y el sonido local le encaminó el Cielito Lindo para hacerlo sentir apabullante local. La mesa estaba puesta para una victoria sólida, oportuna y significativa, pero el mal de siempre dejó al Tri con un nudo en la garganta y repitiendo su historia donde las gestas son solo buenas intenciones.