Durante la época de calor y de temperaturas extremas, como las que se vienen presentando en el estado, las personas con obesidad tienen más dificultades para regular su temperatura corporal y un aumento del estrés térmico, lo que las hace más propensas a sufrir los efectos del golpe de calor, señaló la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado de Colima.
Recordó que estas personas sufren especialmente las consecuencias de las altas temperaturas durante el verano, ya que su organismo tiene mayores dificultades para disipar el calor a través de la circulación sanguínea.
Lo anterior hace que aumente mucho la sudoración y, en consecuencia, la pérdida de líquido y de sales minerales, fundamentales para el cuerpo.
La dependencia estatal mencionó que las consecuencias del alto calor en las personas con obesidad son entre otras: cansancio, menor movilidad, sed persistente, calambres en las extremidades y en la zona abdominal, disminución de la tensión arterial, dolor de cabeza, alteraciones del ritmo cardiaco, visión borrosa e inflamación de las extremidades.
Tales efectos pueden provocar deshidratación, golpes de calor y otros síntomas que incluso pueden poner en riesgo la vida de estas personas.
Por ello, Salud Colima recomienda a este sector de la población evitar actividades físicas intensas en las horas más calurosas, usar ropa holgada, transpirable y de colores claros, protegerse del sol con sombrero y gafas de sol, beber abundante agua, tomar duchas refrescantes y permanecer en espacios frescos y bien ventilados.