TECÚN UMÁN.-Los miles de migrantes que este viernes rompieron el cerco que policías de Guatemala pusieron para evitar su entrada a México fueron contenidos por policías antimotines que los esperaban en suelo nacional.
Cuentos de mujeres y niños encabezaban el primer contingente que llegó a territorio mexicano, coreando consignas como «¡sí se puede, si se puede!», y ondeando banderas de Honduras.
Al cruzar la frontera, los recibieron policías antimotines y vallas de contención. Cuando los migrantes intentaron cruzar, los elementos dispararon gases lacrimógenos.
Cientos de mujeres y niños resultaron intoxicados y al no poder respirar, fueron acorralados por los uniformados quienes los obligaron a guardarse en la garita migratoria.
El resto de los migrantes se vio obligado a regresar a Guatemala.
Al respecto se refirió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien volvió a agradecer a México por sus esfuerzos para evitar que la caravana llegue a la frontera sur de Estados Unidos.
«Está siendo frenada desde este momento por México. Por lo tanto, apreciamos mucho lo que México está haciendo», declaró. «Agradezco a México. Espero que continúen», agregó el republicano.
La caravana de migrantes centroamericanos entró a México pasadas las 13:00 horas locales.
Algunos de los migrantes rompieron la valla que se colocó en la frontera de México con Guatemala. Primero pasaron sobre el portón los niños y las mujeres subiéndose a jeeps militares.
Luego un grupo de hombres jóvenes comenzaron a tirar violentamente de la barrera y finalmente lograron derribarla, lo que permitió el paso de una marejada de personas que iban cantando “Sí se pudo”.
En tanto, otros optaron por aceptar la oferta del Gobierno mexicano para solicitar una entrada documentada vía visa de ingreso o solicitud de asilo por razones humanitarias.
Cantando el himno de Honduras y levantando a sus hijos en brazos, los migrantes solicitaban el paso a las autoridades migratorias mexicanas. Algunos lanzaron piedras y al menos dos policías resultaron con heridas menores.
El comisionado general de la Policía Federal de México, Manelich Castilla, pidió a los migrantes, a través de un megáfono, que «desistan de las agresiones» para proceder a un «ingreso ordenado».
Horas antes, en Ciudad de México, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, pidió a las autoridades locales frenar la caravana antes de que llegue a Estados Unidos.
Esta mañana, en una reunión masiva, los más de 3 mil migrantes de Honduras, El Salvador y Guatemala sostuvieron una reunión. Quienes consideraron que tienen posibilidad de obtener una visa o son candidatos a asilo iniciaron su trámite ante el Instituto Nacional de Migración (INM).
Y al medio día empezaron a hacer grandes filas ante la garita migratoria.
Con bultos, maletas y sus hijos a cuestas, miles de migrantes partieron de Honduras esta semana en busca de llegar a Estados Unidos huyendo de la violencia y pobreza.
La caravana ha desatado la ira de Trump, quien amenazó con cerrar y militarizar su frontera sur, y hasta retirar la ayuda que su país brinda a las naciones centroamericanas.
«Una cifra récord de inmigrantes de Honduras viene camino a Estados Unidos», dijo Pompeo en una conferencia conjunta con el canciller mexicano, Luis Videgaray.
«Queremos que se le ponga alto en México antes de que lleguen hasta Estados Unidos», señaló. «Nos interesa mucho saber qué hará México».
Videgaray advirtió a los migrantes que deberán hacer trámites de manera individual si deciden ingresar a México.
El funcionario dijo que son cerca de 4,000 los migrantes hondureños congregados en la frontera de México con Guatemala a quienes se les ha informado sus opciones para ingresar al país, ya sea con visa y pasaporte -que según dijo sería una minoría-, o mediante una solicitud de refugio para lo cual pidió apoyo logístico y de procesamiento a la ONU.
«Le agradezco el esfuerzo que ha hecho para resolver esta crisis que tiene una faceta humanitaria», dijo Pompeo.
MÉXICO PIDE AYUDA
A fines de marzo, una caravana compuesta en su mayoría por hondureños fue debilitándose a su paso por México y apenas una fracción de los cientos que iniciaron la marcha llegaron a la frontera con Estados Unidos.
Sin embargo, previendo que la caravana actual pueda sobrepasar a las anteriores, el Gobierno mexicano solicitó el jueves la intervención del Alto Comisionado de las Naciones Unidad para los Refugiados (ACNUR) para apoyar a quienes podrían solicitar condición de refugiados.
«Es un reto que México enfrenta y así se lo he expresado al secretario Pompeo (pero) la política migratoria de México la define México», advirtió Videgaray tras la reunión. «México habrá de aplicar la ley, pero lo haremos siempre (…) pensando en el interés de la persona inmigrante en primer lugar».
El próximo presidente de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que buscará combatir la migración de mexicanos y centroamericanos atendiendo sus causas de raíz, con planes para mejorar la calidad de vida y combatiendo la violencia ligada al narcotráfico.
Trump ha saludado el plan de López Obrador, pero no ha aminorado sus críticas a México por «hacer poco» para frenar el flujo migratorio por lo que insiste en levantar un muro en la frontera común.
Es probable que la inmigración ilegal sea un tema importante en las elecciones del 6 de noviembre en Estados Unidos, cuando se considera que los demócratas tienen una buena posibilidad de ganar el control de la Cámara de Representantes.