La Secretaría de Salud del Gobierno del Estado de Colima informó que nuestra entidad tiene más de veinte años sin la transmisión del paludismo, gracias a las acciones de control y a la vigilancia epidemiológica que se mantiene para evitar la reintroducción de esta enfermedad.
Mencionó que el último caso autóctono de paludismo o malaria en el estado se registró en 2001 en el municipio de Coquimatlán, y el caso importado más reciente se detectó en 2018, en el municipio de Colima.
La Subdirección de Epidemiología dio a conocer que el área de Vectores realiza acciones para el control del vector (Anopheles) como la estrategia de eliminación y modificación de hábitats y criaderos de anofelinos en Colima, Manzanillo, Tecomán y Villa de Álvarez.
Indicó que en los últimos seis años se ha observado una tendencia a la reducción de casos autóctonos de paludismo en México; sin embargo, desde 2022 se ha identificado un aumento en el registro de casos importados.
Así, con corte a la semana epidemiológica 41 de este año, se han notificado 204 casos importados de paludismo en la República Mexicana, siendo Chiapas, Ciudad de México, Nuevo León, Oaxaca y Tamaulipas las entidades que concentran 85% de los casos.
Y en cuanto a los casos autóctonos, se han confirmado 31 en Chiapas, Tabasco, Oaxaca y Campeche.
La dependencia reiteró que se mantiene la vigilancia epidemiológica pasiva en las unidades de primer y segundo nivel en todo el estado de Colima, mediante la toma de gota gruesa, y la búsqueda en las localidades rurales de pacientes sospechosos por medio de las brigadas móviles.