Hace 30 años, mientras las cifras oficiales no se ponen de acuerdo si hubo seis mil, 7 mil o más muetros en el terremoto del 19 de Septiembre de 1985, ese día, una abuela desesperada, con el dolor de ver a su hija muerta entre los escombros de la casa donde vivían, sacó una navaja de rasurar y cortó el vientre de su hija de 17 años, muerta, para sacar con vida al niño que aún se movía y que este 19 de Septiembre, cumplirá 30 años.
Jesús Francisco Flores Medina, hoy da gracias a dios y a su abuela por estar vivo y dice que ese 19 de Septiembre, su abuela salió a las 7 de la mañana a comprar leche, luego vino el terremoto y cuando ella regresó a casa en la Plaza de San Camilito, en Garibaldi, el edificio donde vivían estaba derrumbado.
Cuenta que su abuela le asegura que ahí fallecieron 24 de sus familiares, 12 eran mariachis, entre ellos también su padre.
Nara que desde niño tuvo que trabajar vendiendo chicles, limpiando parabrisas.
Reconoce que el ex presidente Carlos Salinas, le regaló un departamento a su abuela para que tuvieran donde vivir, derivado de la gran publicidad que se le dio a la circunstancia en la que nació.
Finalmente, este hombre al que se le llamó el “Niño milagro” o “Niño del terremoto”, dice que es un privilegio estar con vida, por lo que hay que amar la vida cada día, cada momento y amar a nuestros semejantes.