La Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado llama a evitar la primera cesárea en embarazadas, no sólo por sus propias implicaciones de riesgo en su salud, como la hemorrágica obstétrica, principal causa directa de mortalidad materna, sino también por los riesgos en los embarazos y partos subsecuentes.
En el marco del Día Nacional de la Salud Materna y Perinatal, el Departamento de Salud Reproductiva de la dependencia estatal agrega que la cesárea o intervención quirúrgica en el abdomen y el útero de la madre para extraer uno o más bebés, cuando está justificada desde el punto de vista médico, es eficaz para prevenir la mortalidad materna y perinatal.
Sin embargo, a nivel federal y estatal, se promueve el modelo de atención de parto humanizado en sus unidades hospitalarias, el cual busca mejorar la experiencia de la mujer durante el parto, con apego a los derechos humanos y respetando los principios de dignidad y calidad.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que las cesáreas son necesarias en tan solo el 10-15% de los nacimientos, ya que tasas superiores no reducen la mortalidad.
Además, el Departamento de Salud Reproductiva indica que la cesárea está asociada a riesgos a corto y largo plazo, principalmente en relación a hemorragias obstétricas, ya que es la principal causa directa de mortalidad materna, así como a infección y otras complicaciones para la madre y el bebé.
De acuerdo con lo reportado por las mujeres que participaron en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2000, 2006 y 2012, hubo un incremento de 50.3 % en los partos por cesárea en estos doce años en México; mientras que en 2018 el 42.5 % de los 11 mil 843 nacimientos en el estado de Colima corresponde a cesáreas.